En la primera parte del libro se realiza una prospección de los resultados de los hallazgos referidos a la estructura emocional del celebro donde se nos muestra que, el hombre siendo el animal racional por excelencia puede dejarse llevar por los impulsos emocionales más irracionales.
La segunda parte claramente diferenciada sigue una línea lógica donde encargan la adaptación de datos neurológicos en lo que denominamos inteligencia emocional que amplia el modelo y se otorga a las emociones un papel central en las aptitudes principales y las diferencias originales que fomentan, por tanto, aunque la genética pueda determinar nuestro temperamento, el ritmo de las emociones es tan manejable que no se podría predecir nuestro destino partiendo de nuestro carácter o lo que es lo mismo este no determina nuestro futuro.
Una tercera parte que podría resumirse en el concepto
“aprender a ser, aprender a aprender”. De que modo el no saber encauzar la
inteligencia emocional, aunque más que encauzar seria controlar las
deficiencias emocionales pueden acarrear un incremento de las posibilidades de
lo que podríamos llamar peligros.
Estos van desde el abuso de las drogas, la depresión,
violencia... esta parte expresamente documentada se convierte en una de las
principales a veces nexo de unión o ampliación de conceptos anteriores.
El
Coeficiente Intelectual no es un buen preeditor del desempeño exitoso. La
inteligencia pura no garantiza un buen manejo de las vicisitudes que se
presentan y que es necesario enfrentar para tener éxito en la vida.
La
Inteligencia Académica tiene poco que ver con la vida emocional, las personas
más inteligentes pueden hundirse en los peligros de pasiones desenfrenadas o
impulsos incontrolables. Existen otros factores como la capacidad de motivarse
y persistir frente a decepciones, controlar el impulso, regular el humor,
evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía,
etc., que constituyen un tipo de Inteligencia distinta a la Racional y que
influyen más significativamente en el desempeño en la vida.
El
concepto de "Inteligencia Emocional" enfatiza el papel preponderante
que ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona
cuando ésta se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes: los
peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los
fracasos, el enfrentar riesgos, los conflictos con un compañero en el trabajo.
En todas estas situaciones hay una involucración emocional que puede resultar
en una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el
desempeño final. Cada emoción ofrece una disposición definida a la acción, de
manera que el repertorio emocional de la persona
y su forma de operar influirá decisivamente en el éxito o fracaso que obtenga
en las tareas que emprenda.
Este
conjunto de habilidades de carácter socio-emocional es lo que Goleman definió
como Inteligencia Emocional. Esta puede dividirse en dos áreas:
Inteligencia
Intra-personal: Capacidad de formar un modelo realista
y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos, y usarlos
como guías en la conducta.
Inteligencia
Inter-personal: Capacidad de comprender a los demás;
qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Capacidad de
reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los
otros.
El
planteo de D. Goleman, un típico producto de la psicología norteamericana,
propone a la inteligencia emocional como un importante factor de 'éxito', y
básicamente consiste en la capacidad - aprendible- para conocer, controlar e
inducir emociones y estados de ánimo, tanto en uno mísmo como en los demás.
"La
inteligencia emocional", nos sugiere dos cuestiones:
1)
La inteligencia emocional guarda relación con el conocimiento y el manejo de
las emociones.
2)
Buena parte del impacto comercial de la expresión "inteligencia
emocional" se debe al llamativo contraste que sugiere entre las esferas
racional y afectiva, o entre "el cerebro y el corazón".
La
inteligencia y las emociones son conciliables, en la medida en que puedan
llegar a un equilibrio donde la inteligencia no se deja desbordar por las
emociones sino que, al contrario, puede controlarlas y encauzarlas de manera de
poder alcanzar resultados eficaces o 'exitosos'.
La
teoría de la inteligencia emocional es, como toda teoría, un arma de doble
filo: con ella se puede llegar a ser un vendedor exitoso, pero también un
exitoso estafador.
Es
así que Goleman no propone solamente una teoría, sino también una manera de
aplicarla en la práctica para alcanzar ese 'éxito' que siempre hemos
anhelado.
La
inteligencia representa solamente el 20% de los factores que determinan el
éxito, mientras que el 80% restante depende de otros varios factores, entre los
cuales está la llamada 'inteligencia emocional'.
Las
principales cualidades de la inteligencia emocional son cinco: conciencia de
uno mismo, equilibrio anímico, motivación, control de los impulsos y
sociabilidad. La teoría de Goleman no propone sofocar o eliminar las emociones,
sino de controlarlas, reduciendo las emociones desfavorables a un mínimo
deseable, o bien inducir las emociones favorables, como en el caso de la
motivación.
1.
Conciencia de uno mismo.- Es la capacidad de reconocer los propios
sentimientos, emociones o estados de ánimo.
Sabemos
que las emociones tienen diversos grados de intensidad: algunas son lo
suficientemente intensas como para poder percatarnos de ellas en forma
conciente, pero otras están por debajo del umbral de percepción conciente.
Para
Goleman, mediante un esfuerzo deliberado podemos hacernos más concientes de
nuestras reacciones viscerales y, con ello, de nuestras emociones antes
imperceptibles.
La
importancia de conocer nuestras emociones reside en el hecho de que a partir de
allí podemos controlarlas, pudiendo modificar los estados de ánimo
desfavorables.
2.
Equilibrio anímico.- Goleman llama así a la capacidad de control del mal humor
para evitar sus efectos perjudiciales, entendidos estos en términos de conductas
indeseables.
3.
Motivación.- Es la capacidad para autoinducirse emociones y estados de ánimo
positivos, como la confianza, el entusiasmo y el optimismo.
La
predisposición al optimismo o al pesimismo puede ser innata, pero la práctica
puede revertir esta situación si la persona es capaz de detectar el pensamiento
derrotista y reconsiderar el problema desde un ángulo menos sombrío.
4.
Control de los impulsos.- Goleman define esta cualidad de la inteligencia
emocional como la capacidad de aplazar la satisfacción de un deseo en aras de
un objetivo. En términos psicoanalíticos, de lo que se trata es de que el
aparato psíquico pueda funcionar bajo el régimen del principio de realidad a
través del aplazamiento de la descarga.
5.
Sociabilidad.- Si las cuatro cualidades anteriores tienen relación con el
conocimiento y el control de las propias emociones, la sociabilidad tiene que
ver en cambio con el conocimiento y control de las emociones y estados de ánimo
de los demás.
Cuanto
más hábiles seamos para interpretar las señales emocionales de los demás
(muchas veces sutiles, casi imperceptibles), mejor controlaremos las que
nosotros mismos transmitimos.
Es así que un profesional
puede tener grandes conocimientos sobre su materia y un alto coeficiente
intelectual, pero si no sabe relacionarse con los demás, tener amigos o
'relacionarse', como se dice entre nosotros, sus posibilidades de éxito se
verán muy disminuidas.
Existen,
según Goleman, al menos cinco aspectos de la Inteligencia Emocional:
1.- Conocer
Las Propias Emociones: Se refiere a tener conciencia de uno mismo,
reconocer el sentimiento mientras está ocurriendo. La habilidad de advertir los
auténticos sentimientos, poder simbolizarlos y nombrarlos correctamente, es un
factor clave de la Inteligencia Emocional.
2.- Manejar
las emociones: El manejo de los propios sentimientos y su adecuada
expresión son una habilidad que se sigue de la anterior. Básicamente esto tiene
que ver con aprender a tener un cierto distanciamiento de los asaltos
emocionales como la irritabilidad, la ansiedad y la melancolía.
3.- La
motivación intrínseca: Esta capacidad de la Inteligencia Emocional consiste
en lograr el autodominio emocional y la automotivación en metas de largo plazo.
Esto permite enfrentar las tareas con un nivel de fluidez emocional, armonía y
ausencia de ansiedad; y facilita una mayor eficacia en el desempeño.
4.- Reconocer
las emociones en los demás: La empatía o capacidad de conectarse con las
necesidades y sentimientos de los otros, es una habilidad fundamental en las
personas.
5.- Manejar
las relaciones: La competencia social, la eficacia interpersonal, el buen
manejo de las comunicaciones, son habilidades que posibilitan el liderazgo, el
manejo de grupos y la popularidad.
La
naturaleza de la inteligencia emocional" se puede decir que no sólo no es
suficiente el Coeficiente de Inteligencia, (CI) sino que es un error de este
siglo por ser conductista. "La naturaleza de la inteligencia
emocional" Goleman lo fundamenta en cinco puntos: (1) El conocimiento de
las propias emociones. (2) Capacidad de controlarlas.
(3) Capacidad de motivarse uno mismo. (4) Reconocer las emociones ajenas. (5)
El control de las reacciones.
Inteligencia emocional no es ahogar las emociones,
sino dirigirlas y equilibrarlas. Ejercer un autodominio emocional no significa
negar o reprimir los verdaderos sentimientos.
Los estados de ánimo ‘malos’, por ejemplo, tienen su utilidad: el enojo, la tristeza y el miedo pueden ser una intensa fuente de motivación, sobre todo cuando surge del afán de corregir una situación de adversidad, una injusticia o inequidad. La tristeza compartida puede unir a la gente. Y la urgencia nacida de la ansiedad (mientras no sea sobrecogedora) puede acicatear el espíritu creativo.
Los estados de ánimo ‘malos’, por ejemplo, tienen su utilidad: el enojo, la tristeza y el miedo pueden ser una intensa fuente de motivación, sobre todo cuando surge del afán de corregir una situación de adversidad, una injusticia o inequidad. La tristeza compartida puede unir a la gente. Y la urgencia nacida de la ansiedad (mientras no sea sobrecogedora) puede acicatear el espíritu creativo.
El cociente intelectual determina lo que sabe un
ejecutivo, pero la inteligencia emocional determina lo que hará. El cociente
intelectual es lo que permite entrar en una organización, pero la inteligencia
emocional es lo que permite crecer en esa organización y convertirse en líder.
El
feedback de aprendizaje por el que una pequeña parte puede afectar a la
totalidad del sujeto, puede ser deformado por los prejuicios como
"profecías auto cumplidas", dice Goleman. Para ello plantea el
"CI colectivo" como vía de lucha contra la influencia de las
emociones negativas.
Las
claves en la educación emocional parten de la infancia, -además de otras
cuestiones biológicas y culturales- por lo que puede llegar a darse "el
analfabetismo emocional", quinto y último apartado de Inteligencia emocional.
A Goleman le preocupan los males actuales crecientes de violencia,
drogadicción, marginación, depresión y aislamiento crecientes, sobre todo en el
período de socialización de la persona en la infancia, "precio de la
modernidad". Como posibles vías para solucionarlos plantea programas
psicológicos emocionales de prevención eficaz.
Su "vacuna universal" se fundamenta sobre "habilidades emocionales" –conocer los sentimientos-, "habilidades cognitivas" –de la vida cotidiana- y "habilidades de conducta" –verbal y no verbal-. Hay que educar al afecto mismo cooperando en los peores momentos emocionales, lo que supone un regreso al ya mencionado "conócete a ti mismo" de Sócrates.
Su "vacuna universal" se fundamenta sobre "habilidades emocionales" –conocer los sentimientos-, "habilidades cognitivas" –de la vida cotidiana- y "habilidades de conducta" –verbal y no verbal-. Hay que educar al afecto mismo cooperando en los peores momentos emocionales, lo que supone un regreso al ya mencionado "conócete a ti mismo" de Sócrates.
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