En el proceso de transformación de la
cultura empresarial, encontramos tres errores estratégicos fundamentales que la
gerencia comete que impiden que el proceso genere un impacto duradero. Entre
los cuales podemos destacar primero la inflexibilidad y rigidez del modelo de empresa, que en muchas ocasiones se trata
de implantar en sustitución del existente. El segundo error estratégico es la
pobreza didáctica que acompaña a los modelos de empresa que se implantan. Por
lo regular como son modelos que surgen de metodologías originadas en los mundos
altamente estructurados, se piensa que al implantarlos necesariamente habrá un
aprendisaje y una tácita aceptación de compromisos. El tercer error,
finalmente, es la superficialidad con que se analizan las dificultades en ir
del conocimiento a la acción.
Ninguna estratégia, por evidente, clara,
fácil o universalmente aceptada que sea, se implementa sola o por su propio
peso específico.
1- Para poder
lograr un cambio dentro de una organización no es suficiente conocer lo que hay
que hacer, conocer no conduce inexorablemente a hacer.
2- Hay que ser
consistente, Lo que es fácil de entender no es necesariamente fácil de
implantar.
3- Tener una
perspectiva clara no hace más corto el camino, viendo con claridad una
estratégia, no significa que es posible lograrla de inmediato.
4- Una decisión no
genera automáticamente un cambio.
5- Decirlo
elocuentemente no equivale a creerlo. Muchos gerentes expresan abiertamente su
apoyo a la calidad, el enfoque al cliente, el sentido de servicio, el respeto
al personal. Eso no necesariamente significa que la empresa vive esos valores.
6- Hay que tomar
en cuenta que lo que trajo éxito en el pasado pocas veces garantiza los éxitos
del futuro. Las rutas y metodologías que logran el éxito cambian a cada momento
debido a las nuevas perspectivas y expectativas de los clientes, los
colaboradores, la gerencia y virtualmente todos los componentes del entorno
social.
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