viernes, 10 de febrero de 2012

Cultura y Reto Competitivo. Autor: Trabajo de Investigación



   La cultura es el conjunto de hábitos, experiencias, expectativas, costumbres, ambiciones, sueños, frustraciones, miedos y maneras, que caracteriza a una colectividad particular en un tiempo espacio y circunstancias determinadas. La cultura es pues algo complejo de conocer, entender y explicar, y más aún, de administrar en el sentido clásico del concepto administración. Existen cuatro elementos claves  en la conformación de una cultura laboral. El primer elemento es el que corresponde a la cultura nacional, es decir, a la experiencia histórica predominante en un grupo dado. La cultura nacional en el ambiente laboral es el concepto de la razón social de la existencia humana, lo cual es normalmente asociado a las creencias religiosas predominantes, esto es religiones oficiales o mayoritarias. El segundo elemento, el relativo al grupo en el que se encuentra inmerso y con el cual se siente identificado un individuo. Este grupo impone líneas conductuales que, si fuesen quebrantadas, pondrían en juego la permanencia del individuo en el grupo y en consecuencia quedaría desprovista su necesidad de aceptación. El tercer elemento es el sistema de valores corporativos, es decir, el conjunto de regulaciones propias de la organización, que crea un ambiente con identidad propia en el que el liderazgo ostenta un alto nivel de representatividad, lo cual induce a la observación permanente de sus acciones y en ausencia de sistemas adecuados de interacción, a los intentos permanentes de buscar meta-mensajes en sus expresiones. Finalmente, el cuarto elemento es el individuo mismo, con su carga de experiencias, con su carácter, sus formas de relacionarse, sus propias ideas de las cosas y de él mismo, su formación religiosa y moral, en fin, su integridad y su posición ante las circunstancias.
   La predicción del comportamiento no se puede plantear a través de un orden lineal ni simplista, sino mediante un enfoque de caos, es decir, se predice el cambio no así el sentido y magnitud del mismo. La cultura laboral es capaz de mejorar la tecnología, explotar las maquinarias y multiplicar los capitales; en fin, la gerencia de cultura corporativa es, evidentemente el diferenciador por excelencia de una gestión efectiva. Esta efectividad no puede lograrse tratando de producir cambios en la cultura laboral en sí misma, sino en los hábitos que son reflejo de ésta.
  

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